Para aquellos amantes del turismo discreto y relajado, nace este tradicional pueblo de pescadores en un enclave privilegiado de la costa alicantina. Sus calles esconden olores a suave chocolate y jazmín, y sus casas bajas proyectan curiosos colores que lo convierten en una estampa perfecta.
Esta alegre villa marinera es un paraíso para los amantes de la fotografía, que pueden contemplar sus casas colgantes sobre el río Amadorio. Su casco antiguo nos transporta a calles de cuento, donde se convierte en visita obligada acudir a su mercado en el que sus gentes te reciben con productos autóctonos y típicos de la zona. Su gastronomía está basada en la pesca y son maestros de arroces, mojama, salazón de huevas o marisco.
Otra de las dulces razones de peso por las que visitar La Vila, es su tradicional chocolate. Desde hace varios siglos es una seña de identidad de este pueblo, en el que se encuentra la sede de Chocolates Valor, entre otros.
El verano es una época perfecta para visitar este enclave y disfrutar de sus magníficas playas, pudiendo elegir entre piedra o arena pero todas bañadas por las aguas cristalinas del Mediterráneo. La más cercana al casco urbano tiene una extensión de 1km y puede ondear orgullosa su Bandera azul además de contar con todos los servicios. Para disfrutar de otras más silenciosas, se puede acudir al Paraíso, el Bol Nou, Los Estudiantes, Los Puentes del Moro, el Xarco, El Racó del Conill o El Esparralló.
Por todo esto y mucho más, La Vilajoyosa se convierte en un destino por excelencia, y de obligada visita para los amantes de destinos con encanto. Si te gusta disfrutar de las vistas y hacerlo en una estancia cuidada y orientada al cliente, en Suites at Sea hemos diseñado unos apartamentos con todo lujo de detalles, que harán de los más exigentes, el lugar perfecto para sus vacaciones.
Y para los amantes de las tradiciones y la cultura, recomendamos visitar la perla del Mediterráneo del 24 al 31 de julio, donde vileros y foráneos se reúnen para celebrar sus tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Nacional.
Ahora ya te hemos contados algunas de las cosas por las que este pueblo es tan especial, pero sin duda lo que más le favorece, son sus calles repletas de gente de todas partes queriendo conocer los motivos de que la Vilajoyosa se haya convertido en uno de los lugares de más encanto de la Costa Blanca.
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